Buenos Aires/Se presentaron exitosamente la coral polifónica ‘Os Rumorosos’, dirigida por el profesor Juan Martín Príncipe. La coral, fundada en el año 1933, comienza ahora una nueva etapa, explicó la secretaria general de la institución, María Carmen Castro, para la que está incorporando más voces.
Seguidamente, fue el turno del grupo independiente de Cambados, dirigido por Elena Rey. La agrupación, que nació en el año 1999, ya ha grabado dos CDs musicales con los que Rey obsequió al ‘Centro Betanzos’, tras su presentación.
Ambas agrupaciones, ‘Os Rumorosos’ y ‘Lembranzas de Cambados’ interpretaron una selección de canciones tradicionales gallegas. ‘Os Rumorosos’ con un toque más moderno, mientras que los cambadeses cantaron a la manera en la que lo hacen en la mariña galega.
Por último, cantó Nijomay, dirigido por el profesor Daniel Landea. Este coro que también se creó en el año 1999, nació tras la fusión de los talleres barriales de San Francisco Solano y La Florida, ambos del partido de Quilmes. Nijomay, que tomó su nombre de una sigla que significa niños, jóvenes y mayores –dado que los integrantes del coro son de edades diversas–, ofreció un repertorio de canciones del folklore, el tango y el rock argentino.
Cerrando la celebración, Santiago Molina, profesor de gaita de la entidad, interpretó algunas melodías gallegas que el público acompañó haciendo palmas y bailando. El encuentro fue una verdadera fiesta en la que gallegos y argentinos terminaron bailando –algunos más bien intentándolo– muñeiras y pasodobles.
Por último, cantó Nijomay, dirigido por el profesor Daniel Landea. Este coro que también se creó en el año 1999, nació tras la fusión de los talleres barriales de San Francisco Solano y La Florida, ambos del partido de Quilmes. Nijomay, que tomó su nombre de una sigla que significa niños, jóvenes y mayores –dado que los integrantes del coro son de edades diversas–, ofreció un repertorio de canciones del folklore, el tango y el rock argentino.
Cerrando la celebración, Santiago Molina, profesor de gaita de la entidad, interpretó algunas melodías gallegas que el público acompañó haciendo palmas y bailando. El encuentro fue una verdadera fiesta en la que gallegos y argentinos terminaron bailando –algunos más bien intentándolo– muñeiras y pasodobles.
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