La Plata cuenta con cerca de ochenta grupos corales y la Ciudad se ha convertido en uno de los centros de la actividad más importantes del país. “No es sólo la música, es la oportunidad de compartir con otros lo que uno disfruta hacer. Porque además de que el ambiente es muy lindo, en el coro se hacen amistades y con el coro se viaja por todo el país“ “Cuando organizamos el primer Encuentro Coral de La Plata, hace 24 años, había como mucho unos quince coros, hoy el Encuentro moviliza a sesenta y hay muchos otros que no participan pero están en actividad”, cuenta Horacio Alfaro, secretario de la Sociedad de Encuentros Corales y un referente a nivel nacional. Y es que si bien La Plata tiene una larga tradición, ya que la actividad se remonta a sus primeras parroquias y es cuna del coro universitario más antiguo del país, en las últimas décadas ha experimentado un crecimiento fuera de lo común. Para Horacio, este fenómeno no es ajeno al gran número de instituciones madre que posee la Ciudad, “Además de los coros de la Universidad y el Municipio, tenemos coros en ministerios, escuelas, colegios profesionales, organismos públicos, instituciones, colectividades y otras tantas entidades presentes en la comunidad –explica-. Y cada uno tiene su propio perfil: están los que hacen un repertorio clásico y los que prefieren la música popular; los hay de adultos y de niños; algunos recién están arrancando y otros son reconocidos incluso fuera del país”. Raúl Salvatierra, el director municipal de Coros, menciona otro factor determinante para entender el crecimiento de la actividad a nivel local. “Tal vez el mayor salto se dio a partir de la creación de la carrera de director de coros en la Universidad –dice-. Como esa orientación tiene por premisa que cada egresado arme su propio coro, en los `90 empezaron a surgir nuevos grupos. Y es que por otra parte, a diferencia de lo que pasa con las orquestas, un director de coros no necesita de músicos profesionales; le basta con reunir a diez o quince personas con ganas para largarse a trabajar”. En este sentido, el de los coros es también un ambiente muy integrador, agrega Horacio. Más allá de que requiere de diversos registros de voz, en él “confluyen personas de distintas edades, condiciones sociales y nivel de formación. Porque lo cierto es que no hace falta tener experiencia previa para incorporarse a un coro; el único pre requisito básico es tener ganas de cantar”. De la mano de ese crecimiento que ha experimentado el sector existe hoy una fuerte actividad coral en la Ciudad. Entre ciclos y recitales, tenemos en La Plata unos cuarenta conciertos por año. De hecho, por estos días se desarrolla uno de los más prestigiosos del calendario anual. Inaugurado el 8 de agosto pasado, el 24° Encuentro Coral platense ofrece la posibilidad de escuchar todos los viernes y sábados en el Salón Dorado del Municipio a los mejores coros de la Ciudad. La propuesta, que comienza siempre a las 20 horas, prevé la presentación de seis coros por jornada hasta el próximo 6 de septiembre y vale la pena no dejarla pasar
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