jueves, 13 de noviembre de 2014

DIRECTOR DE CORO ACUSADO DE DISCRIMINACIÓN

Acusan al director del Coro Estable, Bernardo Moroder, de discriminar a un niño discapacitado en un encuentro coral.
El padre de un niño que padece una discapacidad denunció públicamente que su hijo fue discriminado por el director del Coro Estable, Bernardo Moroder, en el Encuentro de Coros que se llevó a cabo en la parroquia del Santísimo Sacramento.
En diálogo con El Eco Multimedios, Carlos Osvaldo Martínez, el padre del chico, expresó que “de a poco estamos recuperándonos del trago amargo del viernes”.
Y contó que habían estado esperando “con muchas ganas” el evento ya que su hijo, Iván, que padece síndrome de William con algunos aspectos autistas, “ama la música”.
 “Vive a través de la música”
“El vive  a través de la música, es una de las herramientas más importantes para ir adaptándose a la vida cotidiana porque al tener un oído absoluto cualquier sonido o vibración mínima lo desconcentra, o lo pone en un estado de angustia. Entonces, la buena música, como en este caso instrumental, coral, la disfruta”, indicó.
A su vez, remarcó que a través de la musicoterapia el niño ha avanzado mucho y que por lo tanto “un festival de coros sin tener que viajar era la gloria, como tener el mundial en Tandil”.
“Es la segunda vez que vamos a ver el coro municipal, pero habíamos ido a ver otros coros, siempre abriéndole las puertas a él, para que pudiera disfrutar saliendo de la monotonía tradicional de la familia. Es un lugar que tiene muy buena acústica, que ya conoce, que no le va a llamar la atención otra cosa. Lo habíamos pensado realmente como un disfrute de la buena música, y resultó siendo todo lo contrario”, lamentó.

El hecho
Martínez relató que repentinamente “se acercó una persona y le pidió a mi señora que retirara al chico porque deslucía el espectáculo, y distraía al público de ver el coro”.
“Pero desde ese ángulo no se ve el coro -argumentó- y de los coristas con los que pude hablar nadie había escuchado a mi hijo ni nadie lo estaba mirando, no encuentro qué le pudo haber molestado más que su gozo”, afirmó.
Y cuestionó que “es la única persona que encontré que le haya molestado un aplauso o un elogio al coro, no vi  a nadie más que le molestara y si hubiese sido así en el primer tema me tendría que haber dicho algo, pero no al punto de pedirme que retirara al chico”.
Según aseguró, en primer lugar “mi señora le dijo que no se preocupara y luego me dijo a mí que lo retirara porque distraía al público de ver al coro, pero no es necesario ver la música para escucharla”.
“Es algo que no entiendo porque el que verdaderamente está disfrutando de la música, lo que pasa alrededor no le afecta”, manifestó.

“No sé si fui el primero, pero voy a ser el último”
El padre del niño, indignado, expresó que “esto no nos pasó nunca en ningún lado, me agarró totalmente desprotegido desde lo social y lo espiritual, le dije que no podía ser lo que estaba haciendo y me volvió a decir que lo tenía que retirar. Yo le dije que estábamos en la casa de Dios, él me dijo que el Padre lo apoyaba, y yo sabía que eso era imposible”.
En ese momento, Martínez le advirtió que iba a “hablar con el obispo y si era necesario con el mismo Papa, porque me estaba echando de la casa de mi Padre y mi Madre en lo espiritual”. 
Luego, “el hombre poniéndole la espalda a mi Cristo y a la madre María, empezó a justificarse de algo que ni desde lo social ni desde lo espiritual tiene justificación. Salió el padre Fernando y yo entré en llanto”.
“Nos subimos al auto y no podía manejar. Lo más duro fue explicarle a mi otro hijo, que habían echado a su hermano. El resto lo voy a decir donde lo tenga que decir, no sé si seré el primero, pero seguro que voy a ser el último”, afirmó sin poder contener las lágrimas. 

 “Yo tomé esa decisión y asumo la responsabilidad, pero no hubo discriminación”, afirmó Moroder

A su turno, Bernardo Moroder dio su versión de lo ocurrido el viernes en la parroquia del Santísimo Sacramento.
“Voy a tomar unas palabras que él dijo sobre su hijo, que cualquier ruido lo desconcentra, justamente ese es el punto en cuestión. No es una cuestión visual, ellos estaban en un costado, de modo que la visual no intervenía, sólo los veían algunos que estaban cerca. El problema fue que el chico empezaba a emitir sonidos fuertes y después se ponía a aplaudir en momentos en que estaban cantando muy suavemente. Eso produce gran desconcentración al público e incluso en los artistas”, expuso.
Por otra parte, aseguró que si bien suelen ocurrir este tipo de cosas en los conciertos, “inmediatamente cuando un bebé empieza a llorar o a hacer ruido, los padres lo llevan afuera un ratito hasta que se calma y vuelven a entrar. Yo esperaba que el señor hiciera lo mismo con el chico, porque realmente hacía ruidos importantes. La gente se daba vuelta a mirarlo, gritaba, supongo que la misma música lo llevaba a querer a él expresarse, pero los padres no hacían nada”.
“Yo me empecé a sentir muy mal y pensé: tengo que interrumpir el festival, tengo cuatro coros que han venido de enormes distancias, y han trabajado mucho para esto, y tengo un público enorme en la iglesia. Se desmorona toda la estructura. Entonces, primero se lo dije a la madre, le pedí por favor si no podía llevarlo afuera. Le pedí, no ordené que se lo expulsara, el señor se puso muy mal y después ni me acuerdo lo que pasó”, aseguró.
Posteriormente, Moroder se paró delante del público y les explicó “qué estaba pasando, porque este señor me gritaba, me decía que me iba a denunciar al obispo, que iba a ir hasta el Papa”. 
En tanto, aclaró que “no hubo ningún tipo de discriminación, yo escuché los ruidos y fui hacia la fuente que producía los ruidos, no tuve ninguna cuestión con el chico, después me di cuenta de que tenía problemas”.
“Si al chico realmente le interesa mucho la música lo que le puedo ofrecer es que vaya a algún ensayo del coro, si el señor Martínez quiere, hablamos con mi hija que es la directora, que lo invite a algún ensayo y que allí sin ningún problema escuche todo lo que quiera”, afirmó.

Una situación terrible
El director del Coro confió que “ésta fue una situación muy terrible para mí, porque yo estaba en la disyuntiva ya que cualquier cosa que hiciera estaba mal. Si le pedía que se fueran iba a ser un desastre, y si interrumpía el festival iba a ser otro desastre. Finalmente tomé una decisión que no es fácil, no me dio ningún placer, al contrario, yo también tengo mucha angustia al respecto”.
“Incluso después hablamos con el padre Fernando, que en ningún momento me apoyó a mí, es más al rato vino y me dijo de todo. Yo tomé esa decisión y asumo la responsabilidad, pero insisto en que no hubo discriminación, no hubo orden de expulsión, sino que simplemente, de alguna manera había que solucionarlo. Yo tomé esta medida, posiblemente sea equivocada pero no encontré otra solución”, admitió. 
Finalmente, sostuvo que “pedí algo que normalmente ocurre en todos los conciertos, que los padres salen afuera con los bebés cuando lloran. Este señor no lo hizo, entonces se lo pedí por favor para que pudiera seguir el espectáculo”. 

Fuente:El eco digital de Tandil.

VIDEO: www.youtube.com/watch?v=F5022NedP8o



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