Como resultado de su investigación, los científicos descubrieron los efectos calmantes del canto colectivo, como así también, que la actividad tiene un efecto significativo sobre la variabilidad del ritmo cardíaco y está vinculado a un menor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Para llegar a tales conclusiones, los científicos pidieron a un grupo de adolescentes que realizaran tres ejercicios corales tradicionales y monitorearon sus ritmos cardíacos.
"Cantar es una forma de respiración regular y controlada, tanto en la exhalación como en la inhalación", sostuvo el Dr. Bjorn Vickhoff, quien dirigió el estudio. "Produce más o menos el mismo efecto que la respiración en yoga. Ayuda a relajarse y hay indicios de que proporciona beneficios al corazón", agregó.
Un estudio conjunto de la Universidad de Harvard y Yale en el 2008 fue un paso más allá y afirmó que el canto coral en un pueblo de Connecticut aumentó la esperanza de vida de sus integrantes.
"Cantar permite, a las personas con demencia, acceder a recuerdos y alegrías cuando la comunicación falla", sostiene, por su parte, Sarah Teagle, co-fundadora del coro Forget-Me-Not (por la flor nomeolvides, en inglés), organización benéfica para enfermos de demencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario